Juan Alonso Casalilla Galán

05-Juan-Alonso-CasalillaEnhorabuena por vuestro trabajo.

Las vacaciones me han permitido leer con atención vuestra obra.

Me ha gustado especialmente el acento que se pone en la creatividad y en la construcción a la hora de abordar la historia y el origen en la adopción.

Las metáforas son un recurso poderoso a la hora de transmitir a los niños las “verdades” de la adopción.  El cuento proporciona metáforas que arropan a los niños, los que les posibilita enfrentarse a enigmas que les angustian y que muchas veces no son compartidos por sus iguales, dando a la vez un profundo optimismo. Legitima a la vez seguir contando historias haciéndose preguntas y jugar…en compañía de quien les escucha.

Juan Alonso Casalilla Galán.

Psicólogo especializado en adopción.

Profesional del área de Acogimiento Familiar y Adopción de la Comunidad de Madrid y Autor del “Manual para la valoración de la idoneidad en adopción” de la Comunidad de Madrid, de“El reto de ser padres: guía práctica de postadopción”, así como de diversos artículos científicos relacionados con la Adopción.

José Luis Gonzalo Marrodán

Sin títuloAcabo de terminar la lectura del cuento “¿De qué color es mi mariposa?” y mi opinión por la obra que han creado no puede ser más satisfactoria. No es nada fácil que los niños adoptados puedan explicar su historia de vida públicamente y que reciban aceptación. A veces hay incredulidad, o la idea de que lo diferente es peor y puede generar rechazo social.  Hay también vergüenza. El niño puede pensar que sólo existen las familias biológicas, las de verdad, y el resto, incluida la adoptiva, como si fueran de segunda. La familia que te “recoge”, como si estuvieran ahí “tirados”, tal y como una niña adoptada con inteligencia y fina ironía me dijo un día.
El cuento es genial porque consigue introducir de manera directa y por el hemisferio derecho del cerebro (para eso se vale de una herramienta que las autoras han logrado introducir con maestría: las metáforas) que la adopción es una manera diferente de llegar a una familia pero con un vínculo afectivo igual de intenso, duradero y fuerte como se puede llegar a crear en cualquier otra. La vinculación (lo verdaderamente importante) está en la fuerza del afecto, la unión, el compromiso y la seguridad del hilo que une inexorablemente (y desde tiempo inmemorial: el arquetipo del hilo rojo) a la madre o familia (y a la inversa) con el niño. ¿Hay una manera mejor de explicar a un menor de edad que la familia se funda sobre el vínculo afectivo y no sobre la biología? Creo que no. Hacer llegar la teoría del apego a los niños de este inteligente modo demuestra el alma sensible, el saber y la creatividad de las autoras, que conocen muy bien a los niños adoptados y su corazón. También hay que destacar la metáfora de la mariposa: ese simpático animal -alegoría de la conexión emocional entre humanos- que se crea desde el momento que el niño y la madre (o familia) se encuentran en el orfanato, que es el mítico primer momento para toda familia adoptiva, y algo a honrar y dotar de magia y alegría por la llegada -y el momento de convertirse en un miembro más- a la familia. Finalmente, me gustaría destacar que el relato al niño incluye la inclusión de lo que muchos niños sienten como vergonzoso y humillante: provenir de un centro de acogida o popularmente, orfanato. Boris Cyrulnik afirma que la cultura debe estar preparada para escuchar los relatos de los niños, no debemos decir: “Imagino que para ti…” sino: “Cuenta…” Abrirse para que sientan esa confianza en nosotros y puedan trabajar los relatos que transformen el dolor de la vivencia de abandono en un orfanato en belleza y empoderamiento resiliente. En este sentido, creo que entrega a los maestros un útil medio para que sepan cómo incluir y tratar el tema de la familia adoptiva  en la escuela y cómo se pueden sentir los niños y las familias con esto si no se trata con empatía. Este cuento pone en las manos de los padres, las familias adoptivas y los profesionales un instrumento valiosísimo para poder hacerlo, con unas preciosas y fantásticamente dibujadas y coloreadas –por María José Sánchez- ilustraciones que -¡gran acierto!- permiten al niño visualizar el hilo y la mariposa durante toda la historia. Auguro muchos éxitos a este cuento porque se lo merece. ¡Enhorabuena a María Martín, Mercedes Moya y María José Sánchez!
Un abrazo
José Luis Gonzalo Marrodán
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica
Colegiado nº 1.035

Montse Lapastora

 

montse Lapastora w¿De qué color es mi mariposa? Es un cuento dirigido a los más pequeños lleno de elementos mágicos, en el que las autoras, con mucha sencillez, van intercalando aspectos del mundo adoptivo, haciendo que los niños vayan incorporando con naturalidad dichos aspectos en su vida cotidiana.

En ¿De qué color es mi mariposa? destacaría un aspecto muy importante a tener en cuenta: María y Mercedes hablan del deseo que los padres tenían por tener a sus hijos, de cómo sentían este deseo antes de tenerlos y conocerlos. Aunque esto es evidente, pues los niños adoptados son deseados con vehemencia durante años, es muy importante que sientan que lo han sido. A partir del relato de este cuento, sus padres pueden expresarles todo el deseo y el amor que sentían hacia ellos antes de conocerles, pueden explicarles cómo el tenerles entre sus brazos era uno de sus mejores sueños, cómo ese deseo fue el motor que les impulsó a seguir adelante ante las muchas dificultades que se encontraron en el camino.

A los niños les encanta sentirse especiales, escuchar una y otra vez lo importantes que fueron aquellos momentos previos a conocer a su familia, disfrutan sabiendo cómo sus padres se impacientaban ante su llegada el día de conocerle, cómo se entusiasmaron cuando vieron su foto por primera vez, o cómo estaban de nerviosos justo un segundo antes de conocerle.

La narrativa de todos estos episodios hace que los niños sientan que han sido deseados y por tanto se vayan invistiendo (llenando, recubriéndose) de amor, y por tanto haciendo que se sientan valiosos.

Valentina, la protagonista de ¿De qué color es mi mariposa?, pasa sus primeros meses de vida en un orfanato. Las autoras utilizan esta palabra sin miedo y sin eufemismos y explican lo que significa esta palabra ayudándose de personajes multirraciales situados en un entorno escolar. Los alumnos de la clase, llevándose por su espontaneidad e inocencia, hacen las preguntas que haría cualquier niño. Valentina responde con la misma naturalidad, dando paso a que los niños que escuchan puedan formular sus propias preguntas. El que la protagonista explique su historia en su clase, normaliza y anima a que en la escuela se hable de todos los tipos de familias

Mención especial merecen los fantásticos dibujos que ilustran ¿De qué color es mi mariposa? ¡Enhorabuena María José! y por supuesto ¡Enhorabuena a María y Mercedes!

Montse Lapastora

Psicóloga clínica. Especialista en Adopción.
Directora de Psicovéritas, Centros de Psicología y Adopción