¿De qué color es mi mariposa? Es un cuento dirigido a los más pequeños lleno de elementos mágicos, en el que las autoras, con mucha sencillez, van intercalando aspectos del mundo adoptivo, haciendo que los niños vayan incorporando con naturalidad dichos aspectos en su vida cotidiana.
En ¿De qué color es mi mariposa? destacaría un aspecto muy importante a tener en cuenta: María y Mercedes hablan del deseo que los padres tenían por tener a sus hijos, de cómo sentían este deseo antes de tenerlos y conocerlos. Aunque esto es evidente, pues los niños adoptados son deseados con vehemencia durante años, es muy importante que sientan que lo han sido. A partir del relato de este cuento, sus padres pueden expresarles todo el deseo y el amor que sentían hacia ellos antes de conocerles, pueden explicarles cómo el tenerles entre sus brazos era uno de sus mejores sueños, cómo ese deseo fue el motor que les impulsó a seguir adelante ante las muchas dificultades que se encontraron en el camino.
A los niños les encanta sentirse especiales, escuchar una y otra vez lo importantes que fueron aquellos momentos previos a conocer a su familia, disfrutan sabiendo cómo sus padres se impacientaban ante su llegada el día de conocerle, cómo se entusiasmaron cuando vieron su foto por primera vez, o cómo estaban de nerviosos justo un segundo antes de conocerle.
La narrativa de todos estos episodios hace que los niños sientan que han sido deseados y por tanto se vayan invistiendo (llenando, recubriéndose) de amor, y por tanto haciendo que se sientan valiosos.
Valentina, la protagonista de ¿De qué color es mi mariposa?, pasa sus primeros meses de vida en un orfanato. Las autoras utilizan esta palabra sin miedo y sin eufemismos y explican lo que significa esta palabra ayudándose de personajes multirraciales situados en un entorno escolar. Los alumnos de la clase, llevándose por su espontaneidad e inocencia, hacen las preguntas que haría cualquier niño. Valentina responde con la misma naturalidad, dando paso a que los niños que escuchan puedan formular sus propias preguntas. El que la protagonista explique su historia en su clase, normaliza y anima a que en la escuela se hable de todos los tipos de familias
Mención especial merecen los fantásticos dibujos que ilustran ¿De qué color es mi mariposa? ¡Enhorabuena María José! y por supuesto ¡Enhorabuena a María y Mercedes!
Montse Lapastora
Psicóloga clínica. Especialista en Adopción.
Directora de Psicovéritas, Centros de Psicología y Adopción